El mural Tres Siglos se abordó como un tríptico de lectura ascendente; La primera parte trata el tema de la fundación de la ciudad de
Chihuahua y la representa a través de la colonización de tierras para la capital de la Nueva Vizcaya. En este segmento encontramos pictogramas de las culturas prehispánicas que evolucionan en grecas de la cultura Paquimé en la forma de una serpiente que nos conduce a través de todo el mural; al fondo se encuentra la minería y la ganadería, como actividades impulsoras del desarrollo de la naciente ciudad, enmarcadas en el Antiguo Acueducto donde el mestizaje se representa en un híbrido del trigo y el maíz. En primer plano un caballero español se yergue como dominador de la escena sobre fuego como muestra de la opresión española durante la colonia.
La poderosa lanza del caballero se levanta y transforma en antorcha bajo el puño de Miguel Hidalgo como luz a la independencia, con el trasfondo ideológico del estandarte guadalupano. A su lado la catedral chihuahuense representa la importancia histórica de la religión católica.
El fuego que sostiene el Padre de la Patria se conecta con la parte de la Revolución Mexicana simbolizada en un águila en pleno ascenso, que en sus alas recibe de un lado el impulso de los guerrilleros revolucionarios a la vez que resguarda a los mismos representados en un coloso.
